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APARTE 2-1

KIA,

LA PEQUEÑA NIÑA BUDA

Y

SU ALETEO

DE

COLIBRÌ AZUL.
AETERNITAS AD INFINITUM
(HASTA EL INFINITO

Y LA ETERNIDAD).
LAS (12)DOCE LLAVES
DE LA PROSPERIDAD

EN MEDIO DE

LA ADVERSIDAD.
 

HEMANTA

Invierno II
Aparte 2-1

Lo que le agradezco a “mis enemigos”.
 

“¡Ay! Mientras estoy solo, errante, separado de mis amigos queridos;

Cuando el reflejo vacío de cuerpo de mis propias ideas mentales brille sobre mí.

 

¡Que puedan los Budas ejercer su poder de compasión y conceder que no haya en el bardo ni miedo,

ni horror ni terror!

 

Mientras soporto las miserias de un mal karma,

¡que puedan las Deidades Tutelares disipar estas miserias!

 

Cuando miles de truenos del sonido de la Realidad repercuten,

¡ojalá no sean sino el sonido de las Seis Sílabas!

 

Cuando el karma nos sigue y se está sin protector,

¡que pueda el Compasivo protegerme a mí;

se lo suplico!

 

Cuando soporto aquí las miserias de las tendencias kármicas.

 

¡Que la radiación de la feliz y clara luz de Samadhi(*1) luzca sobre mí!”.

 

“Este ruego sincero será para ti un guía seguro. Puedes estar cierto de no verte defraudado.

Esto es de gran importancia. Mediante esta oración, aún una vez vendrá a ti el recuerdo y el reconocimiento y la liberación quedarán cumplidos”.


Tomado de El libro tibetano de los muertos. [2003]. Ed. Lectorum. México. P.92.

 

Agradezco a otros seres que pasaron por mi vida, disfrazados de amigos, para luego tomar el rol de enemigos.

 

Su labor al final de la jornada fue fundamental en mi crecimiento interior.

Pues fueron ellos los encargados de mostrarme mi propia sombra, mi propia Medusa.

Allá en lo secreto de mí naturaleza interior pude ver, y contemplar sin miramientos o compasión alguna, a través de sus rostros y cuerpos, cuáles eran los patrones de comportamiento nocivos que también habitaban en mí interior desde vidas muy antiguas. Sólo de este modo los arranqué de mí alma.

A ellos, mis “aparentes enemigos” y que, en palabras del filósofo francés Jacques Derridá, en su libro Políticas de la amistad, describe la siguiente concepción de la enemistad y la antipatía, que sólo aceptan los moribundos, los sabios y los locos.

Junto a éste autor he de decir:

““¡Feinde, es gibt keinen Feind!”, ruf ich, der lebende Tor”

(““¡Enemigos, no hay enemigos!”, exclamo yo el loco viviente”).

A todos ellos les doy gracias.

Cada uno pasó por mi vida tan rápido como una hoja que vuela sin rumbo a donde el viento la lleve.

Fueron quienes me regalaron un enfoque particular de su presencia-ausencia en mi historia, y quienes me ayudaron a desterrar mi miedo a ser auténtica.

Ya que desde su corpus envidioso, avaricioso, mezquino, obsesivo, celoso, vengativo y ambicioso me regalaron fuerza para amar, y aceptar lo que soy.

Algunos amaban tanto lo que veían en mí. Lo deseaban de tal manera que aprendieron a odiar mi rostro y mi vida, sin siquiera percatarme de ello.

Entendí con el tiempo que su odio no era realmente hacia mí, sino hacía lo que ellos veían dentro de sí:

Un espejo invertido, que les mostraba ciegamente que ellos no poseían nada de lo que veían al compartir y caminar en mí compañía, o lejos de ella.

Mientras cada uno creía que no poseía nada para compartir con otros o conmigo, y al intentar atrapar para sí, mi propio tesoro, me percaté de algo sorprendente:

Descubrí mis grandes alas. Unas que me permitieron volar por encima de la crueldad.

Mientras comprendía en pleno vuelo que, entre mayor fuese el daño o mal propinado por mis enemigos hacia mi vida, mayor sería la liberación de mi propio karma, y mejor camino iba a ser allanado para vivir mis experiencias futuras y mi destino.

Vi con total claridad que, más oscuro sería el abismo y el sufrimiento que ellos tendrían que padecer, por haber lanzado su furia contra mí.

Por esa razón, no hice nada contra ellos, ni les deseé mal alguno en mi mente y corazón.

La comprensión profunda

de mis enemigos.

Aunque si hubo ocasiones en que mi enojo e ira hacia sus comportamientos delictivos y su maldad, me hizo considerar, en más de una ocasión, que la especie humana no valía la pena.

La energía todopoderosa de puro amor y pura luz que me habita; es decir, Dios o la luz, me permitió ver en cada una de mis visiones clarividentes que:

Estos enemigos encarnados en cuerpos humanos son habitados y gobernados por entidades, seres y demonios provenientes de los superuniversos de la oscuridad y la ultraviolencia.

Estos seres y entidades habrían atravesado los umbrales hacia esta tierra, robando los cuerpos en el momento de encarnación del alma humana.

Segundos antes del alumbramiento y nacimiento, hacia este plano material, del neonato que fue llevado (9) nueve meses en el vientre de una mujer humana.

La comprensión vívida de esta verdad lúcida me permitió preparar mi espíritu para la gran guerra.

¿Qué clase de guerra libran los seres humanos diariamente?

No la guerra física, aquella donde usas armas y espadas para lesionar o destruir a tu rival.

Entendí que la guerra que libraba y para la cual me preparaba era espiritual. Una que luego se concretó en el mundo material.

Enfrenté cientos de batallas diarias de manera silenciosa en el mundo invisible.

Luché junto a mi madre (uno de mis ángeles protectores), junto a mi hermoso ángel guardián, al lado de los millares de séphiras angelicales que protegen mi camino y  destino.

¿Quiénes han sido mis grandes protectores en esta guerra?

En esta guerra despiadada con "mis enemigos", he estado acompañada y protegida por mis ángeles y hermanos los canis lupus familiaris, los felis catus, los equus caballus,los falconiformes, los cathartidae, los canis lupus, los panthera leo, el mundo de los muertos, mis ancestros chamanes, mis ancestros aristócratas, y mis ancestros  elevados que provienen del (8avo) octavo superuniverso, lugar del cual provengo.

Tuve que batallar en compañía de mis grandes todopoderosos protectores y ancestros de  los superuniversos de luz.

En ese intermundo donde conviven junto a nosotros todas las sephiras de los mundos angelicales, mis ancestros, mis maestros espirituales de los superuniversos elevados de la (5a) quinta, (6a) sexta, (7a) séptima, (8a) octava, (9a) novena, (10a) décima, (11a) décimo primera y las subsiguientes dimensiones y superuniversos de los mundos de luz, donde habitan los ángeles de la esperanza, la fe, la inteligencia compasiva, así como el gran Compasivo y la fuente universal: el amor.

Conté con el apoyo irrestricto de la gran corte celeste de los jueces del Karma que gobiernan e imparten justicia divina en todos los superuniversos, para librar esta guerra que ha buscado mi muerte física en este plano.

Esta estrella que forma parte de mi naturaleza no puede ser torcida, desviada o distorsionada por ningún poder humano o sobrehumano.

Ya que quien me ha enviado es el mismísimo Dios de puro amor y pura luz. Ha sido el eterno quien me ha enviado y ha luchado por mi. Yo sólo me he quedado en silencio.

Mi gran tarea espiritual en este planeta es y sigue siendo:

la protección de la especie y de las almas humanas y no humanas (animales, elementales y naturaleza) contra el odio que sienten otras especies no humanas exoterritoriales, que les atacan como sus verdaderos enemigos.

Son estas entidades de la oscuridad, quienes poseen y gobiernan demónicamente,  con el consentimiento y libre albedrío de las almas humanas, sus cuerpos, mentes y vidas de maneras inimaginables.

He de aclarar que mi vida, desde que era una niña, siempre ha transitado entre los animales, la naturaleza y lo que se conoce como "el mundus imaginalis o el mundo entre los mundos".

Sin embargo, mis experiencias sobre esta tierra pronto llegarán a su fin.

Mi tarea espiritual sobre este plano pronto estará realizada, y tendré que volver a mi planeta de origen en el octavo superuniverso al desencarnar de este plano.

Razón por la cual la naturaleza sencilla y humilde que aprendí de mi madre, no sólo me obsequió la capa de la invisibilidad que me protegió durante un tiempo del ojo de la maldad, sino que me enseñó a mirar en perspectiva lo que significa la grandeza para los de mi especie en el octavo superuniverso.

Significa: vivir, valorar y sembrar la paz interior a donde llegue. A pesar de las múltiples adversidades que generen "mis enemigos" en mi valiosa vida.

No he añorado la grandeza, más bien la he rehuido. Aunque desde mi niñez, bien lo sé, estoy destinada a ella.

Aprendí con algo de dolor, que me era necesario dar inicio a lo que los humanos llaman: "el gran despertar".

Ese despertar no es otra cosa que la claridad interior de saber con certeza que el mundo que había habitado en este plano, era el de la ilusión y la incertidumbre de lo visible.

Necesitaba adentrarme en los terrenos de la certeza del mundo invisible.

Aprendí a caminar, a correr, y a volar en ese plano sutil.

Cada uno de "estos enemigos" me otorgó la fuerza necesaria para proteger a mi madre, a mis hijos gatunos y perrunos, a mi familía álmica, así como a quienes me traicionaron.

Ya que mi único propósito siempre fue y ha sido ayudarles a liberarse del gran karma.

La liberación del karma familiar, así como del karma colectivo que ha tomado de mi estos (48) cuarenta y ocho años de vida, en medio de la gran campaña de difamación y terror que mis enemigos antiguos y recientes sembraron en mi contra.

No sólo ahora durante estos (17) diecisiete , y los últimos (8) ocho años, sino desde mi temprana infancia por ser una niña adoptada y por el origen de la familia biológica de la cual provengo.

La liberación del karma colectivo de mi familía álmica, también me ha permitido comprender que las raíces de esa familia se encuentran diseminadas y esparcidas a lo largo y ancho del planeta.

Por esta razón me he visto en la imperiosa necesidad de traducir mi trabajo a más de (14) catorce idiomas.

Todo ello, con el fin que mi trabajo pueda proveer de herramientas emocionales a todos aquellos que libren guerras similares a la mía, en cualquier lugar del planeta, y sepan cómo defenderse de la oscuridad que ataca continuamente a los humanos y a este mundo.

Mi propósito sobre esta tierra como un ser exoterritorial encarnado en un cuerpo humano.

 

De otra parte, esta guerra que he librado al desestructurar múltiples batallas, monstruos y demonios, ha implicado mi transformación continua y la revelación explícita de uno de mis propósitos sobre este planeta, el cual es:

Convertirme en un escudo protector y en un blindador energético para este tercer superuniverso, que es en realidad el gran  cordón lumínico de luz y amor que protege a los superuniversos más elevados de la oscuridad.

Es en ese cordón lumínico donde se encuentra el planeta Tierra.

La develación de mi naturaleza profunda no tiene otro propósito más que el de asentar los primeros inicios hacia la transición necesaria que emprende el planeta Tierra y sus habitantes hacia la mente elevada de la (4a) cuarta y (5a) quinta dimensión o superuniversos elevados de luz.

Dado que mi presencia energética y la de los animales como seres provenientes del (8o) octavo superuniverso del que provengo.

No tiene otro propósito que el de recordarle a los humanos que, para llegar a concretar la hiperabundancia sólo se requiere llenar las alforjas de los ángeles de la fe, la esperanza, la compasión, junto al morral de la creatividad, la alegría, la bondad y la generosidad ilimitada.  

Esa transición necesaria le permitirá a los seres humanos comprender que las llaves de la prosperidad siempre han estado dentro de ellos mismos y que jamás ninguno se ha encontrado solo.

Ya que somos muchos los seres que provenimos de superuniversos elevados y nos encontramos en la tierra, junto a ustedes.

Nuestro trabajo al encarnar como seres humanos es protegerles de sus propios desmanes, y guiarles siempre hacia el sendero de la luz y el amor infinito que la fuente universal del amor ha tenido por y para cada uno de ustedes.

Todo esto que comento ha pasado en la consciencia de saber que "mis enemigos" han   encarnado en cuerpos humanos, y que esa naturaleza les blinda de ser eliminados físicamente por parte de nuestra especie. Una, llena de bondad, infinita sabiduría y gran inteligencia compasiva.

Por esa razón, a pesar de mi libre albedrío al poder escoger eliminarles físicamente.

Ya que esa también es una elección cuando estás encarnado como una mujer o un hombre humanos, jamás les toqué. Aunque ellos físicamente me hubiesen propinado gran dolor y sufrimiento extremo.

¿Cuál fue la decisión que tomé para atravesar el portal de oscuridad creado por mis enemigos?​ ​

Mi decisión, al atravesar el portal de oscuridad, nunca fue decidir por la maldad y la crueldad, sino todo lo contrario. Siempre decidí servirle a la luz, a la fuente universal del amor.

De eso se trata la prueba. En medio de la elección que también atravesé:

la de poder entregarle mi corazón a la maldad. A pesar de la crueldad que "mis enemigos" diseñaron para mi, decidí frenar sus desmanes, usando las vías legales y judiciales, tanto las nacionales como las internacionales.

 

Aunque algunos de éstos caminos, también se encuentren permeados por la corrupción en Colombia.

 

 

Mi ùltima batalla como un guerrero Samurai.

He decidido librar la última batalla en este escenario normativo que opera en el mundo humano, como una réplica de los tribunales celestiales dirigidos por los jueces kármicos, quienes lo saben todo y nada queda oculto a sus ojos.

Otros ángeles protectores vienen en mi ayuda a reemplazarme en el último tramo de esta batalla judicial que se emprende, para limpiar mi buen nombre y la reputación de mi carácter.

El cual fue asesinado, rematado y contramatado de tantas maneras posibles que ya no puedo mencionar los abismos que provocaron estos enemigos muy antiguos.

Estos adversarios que viajaron y encarnaron  una y otra vez, de vida en vida. Algunos provenientes de mi planeta de origen.

Otros originarios de planetas pertenecientes a los superuniversos de oscuridad y ultraviolencia.

Cada uno de ellos ha viajado para seguir obstaculizando mi destino y el trabajo espiritual que me ha sido encomendado en ésta, que es mi última existencia sobre este planeta.

Luego de este último momentum, sólo deseo retornar a  mi naturaleza eterna:

la de la bondad, la alegría, la hipercreatividad, el amor, la inteligencia compasiva, el perdón, la luz.

Al atravesar los momentos más oscuros que me hicieron vivir "mis enemigos" siempre mi ruego diario era pedir protección para que el Compasivo protegiera mi mente, emoción y corazón de las atemorizantes  semillas de odio que "mis enemigos" lanzaban y siguen lanzando en mi contra. 

Es importante en grado sumo hacer esta anotación. Ya que cada uno de los de nuestra especie exoterritorial, ha encarnado como humano, y también como protector de los seres humanos y no humanos, así como de las almas humanas como una especie neonata.

Esta comprensión de "los enemigos" al contrario de lo que pueda parecer, me ha enseñado a perdonarles en el desapego, sin odio, en el silencio y en la distancia que supone, la asimetría creada por el fractal desde el cual me han visto desde antaño.

Lo que trato de explicar es que el gran daño que "mis enemigos" ejecutaron contra mí vida me regaló mayores bendiciones y favores de los que nunca esperé recibir por parte del Dios de pura luz.

Ellos con su saña, el horror y la oscuridad que habita en sus corazones me hicieron un favor.

Ellos me liberaron de mi karma al limpiar mi camino, mientras ataban para sí, y durante eones de reencarnaciones a sus vidas, el mal karma que ahora han capturado para ellos, y que, a su vez, les acompaña.

No tiene ningún sentido expresar deseos, intenciones odiosas y pensamientos nocivos que giren en torno al asesinato, la venganza, la envidia, los malos deseos, rumores malintencionados, el miedo, el odio, el egoísmo, la ambición desmedida, el ego mal aspectado, la codicia, la soberbia, la vanidad, la lujuria, el robo o la avaricia hacia ningún ser humano, animal, planta u objeto.

Ya que estos corpus emocionales son portales rápidos que atraen el sufrimiento, el dolor, la enfermedad, la locura, el suicidio, la ruina, la miseria, la pobreza espiritual y material, así como el caos y la muerte.

Cada uno de estos corpus emocionales impide que llegue la prosperidad a la propia vida.

“Mis enemigos” sin saberlo, me enseñaron el significado de aprender a divertirme, a crecer en la danza, la escritura, la música y el arte, en medio del dolor y el sufrimiento que padecí gracias a ellos.

“Mis enemigos” me ayudaron a crecer como un espíritu libre, y me enseñaron a transformar cada adversidad en una oportunidad a mí favor.

A “mis enemigos”, mis grandes maestros, y mis hermanos involucionados que necesitarán miles de millones de vidas para crecer en el espíritu del amor.

Me despido de ellos como lo hacen los guerreros  samurai, quienes respetan a su contrincante, agradecen el juego de la guerra en el que les incluyeron sin si quiera ellos saberlo, y sin subestimarles.

No obstante, mi naturaleza de guerrera sabe que espiritualmente, y a nivel humano, ya han sido capturados, atados y encadenados por su propia maldad.

Una oscuridad que desplegaron de muchas maneras sobre mi vida y sobre la vida de los míos durante todos estos años y durante múltiples vidas sobre mi linaje álmico ancestral.

En medio de todo ello, puedo ver con claridad que cada uno de mis enemigos en realidad no lo eran. Por esta razón he de afirmar:

¡Gracias!,

por haber sido mis verdaderos amigos.

Escrito y corregido por primera vez el veintinueve (29) de noviembre de 2018 en el año del perro de tierra.

Escrito y corregido por segunda vez el primero (1) de noviembre de 2023 en el año del conejo-tigre de agua.

Glosario

Samadhi(*1): Desprendimiento de la Consciencia de los niveles de la manifestación reabsorbidos en ella. Nivel de realización espiritual.

Identificación del sujeto y del objeto, recogimiento perfecto, “entasis”. En el yoga clásico, es el resultado supremo de la ascesis.

Pero cada escuela lo ha definido a su manera distinguiendo en él diversos grados. La iluminación.

El estado de “Éntasis”. El último grado de conocimiento asimilado a lo Divino. Equivalente a Satori en el ámbito budista.

Ascesis:Conjunto de prácticas y hábitos que sigue el asceta para conseguir la perfección moral y espiritual.

Ascetismo: Conjunto de ejercicios y prácticas que reflejan un estilo de vida austero y de renuncia a los placeres materiales con el fin de alcanzar mediante estos nuevos hábitos la perfección moral y espiritual.

 

Asceta: Persona que busca alcanzar la perfección moral y espiritual mediante la práctica del ascetismo.

 

Éntasis: (del latin entasis y éste del griego ἔντασις (tensión) Es una zona de la columna griega de orden dórico que posee mayor diámetro.La finalidad del éntasis es conferir una mejor sensación estética y visual. Ya que confiere más armonía al fuste y da la impresión de mayor esbeltez a las columnas.

 

Fuste:Parte de una columna o pilar comprendida entre la basa y el capitel.

Basa:Pieza inferior de una columna o pilar sobre la que reposa el fuste.

 

Capitel: pieza piramidal, poligonal o cónica que remata la parte superior de una torre o cubierta.

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