Mi (4a) cuarta misión:

la sanación emocional

de los grupos

y

familias álmicas.

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Otra de las misiones que me ha sido encomendada sobre este plano es salvaguardar la línea álmica, así como la valiosa información interplanetaria que mi familia adoptiva siempre ha poseído.

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A consecuencia del uso tecnológico excesivo, así como del manejo inadecuado de ciertas fuentes de energías descubiertas junto al equipo de científicos que habitaba la luna saturnina, algunos líderes políticos potenciaron la extinción y muerte de dicho planeta.

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La mayoría de las familias álmicas de dicha luna fueron condenadas a morir en la explosión.

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En tanto unos pocos, incluida la familia álmica que se me había encargado proteger, lograron salvarse gracias a que migramos a tiempo hacia el planeta Tierra.

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Esto se logró gracias a la ayuda y protección de los seres angélicos que pertenecen al (11er) décimo primer superuniverso.

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Desde antaño, he sido y sigo siendo respetada por mis descubrimientos científicos y tecnológicos.

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Pero mi especialidad es el desarrollo y profundización de investigaciones y trabajos conectados a la arqueología sociocultural álmica de las nuevas especies que pueblan las galaxias de los superuniversos inferiores y superiores.

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En otras palabras, soy una observadora  aguda que registra el  proceso y progreso evolutivo de las especies más  jóvenes.

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Por ello fui enviada para salvar la línea ancestral de este linaje.  Ya que ellos son el último grupo álmico que sobrevivió a dicha extinción que ocurrió hace miles de millones de años.

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Este grupo álmico guarda una conexión especial con la familia de la cual provengo originariamente:

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Ambas familias, aunque de diferentes superuniversos, forman parte del linaje de estudiosos, investigadores y recopiladores de información relevante que registra el comportamiento económico, cultural, social, emocional, onírico, espiritual, etérico y cetérico de las especies más jóvenes e inocentes.

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Es decir, fui enviada en esta vida y encarnación a liberar, sanar y restaurar, a nivel kármico y emocional, la línea álmica ancestral, a la cual pertenecen:

mis padres adoptivos, su linaje cosanguíneo, y las personas vinculadas desde el mundo social y emocional a mi energía.

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Es decir, todas las personas, colaboradores, clientes y empresas que han establecido alguna conexión económica, comercial laboral o profesional conmigo.

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Esto incluye la segregación y limpieza energética de los enemigos del linaje de mi familia adoptiva, y los enemigos de mi familia ancestral proveniente del (8o) octavo superuniverso.

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Ningún encuentro es casual o accidental en este planeta. Y el mio con mis enemigos, y con mi familía álmica, de ninguna manera lo fue.

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Cabe aclarar que las almas que forman parte de mi familia adoptiva y de mi familia álmica llevan miles de millones de años terrestres, encarnando una y otra vez, aquí en la tierra, sin haber logrado la liberación del karma, que ha pretendido robar la información que posee mi familia adoptiva y mi familia ancestral.

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Por ello, se hace prioritario mostrar la información que poseo.

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Ya que gracias a esta experiencia personal y de investigación en el mundo emocional, muchos grupos álmicos, alrededor del planeta Tierra, podrán comprender, liberar, restaurar y sanar a sus grupos álmicos.

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También podrán salvar a las generaciones futuras de la ruina y el infortunio que les ha acompañado de vida en vida.

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Acerca de mis dones

y

de cómo las especies

que provienen de los superuniversos elevados

avanzan

a nivel evolutivo

en este,

el 3er tercer

superuniverso.

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Los dones espirituales, intelectivos y emocionales que me acompañan, fueron obsequiados por la fuente universal, o como lo llaman en el mundo sufí iraní, por el Dios de pura luz y puro amor.

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Cada uno de estos dones ha sido resguardado y protegido por mi ángel guardián durante eones de tiempo.

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Gracias a él pude redescubrir, hace ya más de veinte (20) años atrás, en esta vida y encarnación, que mi alma era una muy antigua y ancestral.

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La información económica y material en el (7º) séptimo y (8º) octavo superuniverso siempre se encuentra vinculada a nuestro trabajo evolutivo a nivel emocional y espiritual.

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Esto no tiene nada que ver con el trabajo religioso.

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Mi descenso

al (3er) tercer

superuniverso

o

Cordón lumínico

de luz

y

amor.

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Al haber pedido formar parte de los protectores de la especie humana y de las no humanas, que habitan el planeta Tierra en el (3er) tercer superuniverso, se me advirtió la complejidad de la tarea.

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También se me advirtió que podía perder la vida al transitar tan cerca de la energía de la oscuridad.

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Se me advirtió acerca de este sistema de permanencia en las dimensiones inferiores llamado:

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Reencarnación o como algunas culturas lo llaman: el samsara o el ciclo del eterno retorno.

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La re-encarnación sólo existe en los planetas, galaxias y superuniversos que no han logrado evolucionar en y hacia la energía del amor y la luz.

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Esto también me permite explicar por qué razón a la mayoría de seres humanos no se les ha permitido acceder al don de la telepatía.

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Ya que si sus mentes negativas y destructivas siguen vibrando en la energía de la oscuridad, sus pensamientos perversos pueden enfermar a otros a su alrededor.

 

Y de hecho muchos humanos, con el poder de su pensamiento, sin haber desarrollado el don de la telepatía enferman a otros. De ahi, la importancia de mi trabajo en torno a las emociones.

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Por esta razón la telepatía ha sido bloqueada para la mayoría de los seres humanos. Sólo se le concede a quienes estén conectados de manera genuina en su cuerpo, mente y corazon con la fuente universal del amor.

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Repito, la conexión espiritual con el espíritu del amor no tiene nada que ver con ir todos los días a la iglesia y efectuar rituales vacíos donde el corazón no esté.

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Ya que la religiosidad no coadyuva al proceso de conexión con la fuente universal.

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Lo único que  permite la conexión directa con la fuente es un deseo profundo y sincero, que provenga del corazón, la mente, el sexo (la zona creativa y el poder del deseo y la voluntad) humano, de querer vibrar en la energía de la luz y el amor.

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Nuestro trabajo como protectores lumínicos de la luz y el amor es esparcir e irradiar olas de amor y luz a los seres humanos y no humanos, para que logren avanzar día a día en su camino evolutivo.

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Dicho esto es importante explicar que en los superuniversos elevados sólo puedes probar tu nivel de evolución álmica al descender a este, el (3er) tercer superuniverso.

 

Eel cual es conocido  espiritual y exoterritorialmente en los superuniversos superiores e inferiores también como el gran cordón protector lumínico de luz y amor.

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El Dios de puro amor y pura luz

Esta imagen que me ha sido mostrada y revelada en visiones clarividentes a través de los sueños:

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la de un gran chorro de luz que nunca descansa de fluir y fluir como una gran columna.

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De este pilar incandescente de luz y energía inagotable, de la cual se sostienen y orbitan a su alrededor, todos los superuniversos, junto a sus galaxias, sistemas solares y planetas,  corresponde a la imagen más cercana a lo que todas las culturas en todos los superuniversos conocen como:

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el Dios de pura luz y puro amor, que es la fuente universal del amor.

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Es decir, la luz de la energía del amor, que rige y direcciona a todos los superuniversos y sus habitantes, es el Dios de todas las culturas en todos los superuniversos.

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Ese mismo Dios es el que ustedes, desde la ciencia comprenden como materia luminosa o materia viva.

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Con esta imagen en mente quiero que el lector logre  visualizar la energía de la fuente universal del amor que irradia y dirige todos los superuniversos.

 

Y con ello quiero que logren imaginar el cordón lumínico de amor y luz conformado por todos los planetas, galaxias y sistemas solares de este, el tercer superuniverso, donde se encuentra nuestro planeta Tierra, y por ende, el país en el que cada lector o lectora se halle.

 

Tan poderosa es la imagen de la fuente de luz y amor sobre esta dimensión que este (3er) tercer superuniverso ha sido bendecido por una gran carga de energía luminosa y materia viva.

 

El (3er) tercer superuniverso se puede analogar a una gran hidroeléctrica que puede abastecer a todos los superuniversos, sistemas solares, galaxias y planetas que existen en los demás superuniversos.

 

La energía de este tercer superuniverso es tan poderosa que, con sólo el despertar de un grupo de seres humanos hacia la luz y la energía del amor, ustedes pueden bloquear e impedir los desmanes de la oscuridad sobre este mundo y sobre los demás superuniversos.  

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Sin embargo, y a pesar de este gran poder que posee el tercer superuniverso gracias a ser el gran cordón lumínico de luz y amor, la oscuridad sigue avanzando de manera desastrosa.

 

Todo ello a consecuencia de no haber logrado dar inicio al despertar espiritual y emocional, aspectos necesarios a desarrollar para conectarse con la fuente y así contener las tormentas que genera la oscuridad en las almas y seres que habitan este planeta.

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Desde esta nueva ubicación exoplanetaria se hace necesario sacrificar la posición a la cual pertenezca cada protector de luz en los superuniversos elevados.

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Es decir, cada servidor y protector de la luz necesita despojarse de los títulos que posea, y renunciar al abolengo ancestral que le corresponda.

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Esto es necesario para que la fuente universal del amor le permita al protector descender al (3er) tercer superuniverso.

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Esta condición de despojo del ego busca que el protector logre compartir el amor que haya cultivado dentro de si. Claro está desde los aprendizajes emocionales avanzados en su superuniverso.

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Sólo de este modo, desde la humildad y la sencillez de espíritu es que el protector de luz demuestra su avance evolutivo ante la fuente universal del espíritu de luz y amor.

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Cada uno de estos aprendizajes ha sido adquirido en el planeta, galaxia y superuniverso elevado del que provenga el servidor o mensajero de la luz.

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Esto incluye a las séphiras angelicales que deciden descender para luchar contra la energía de la oscuridad y mantener en equilibrio el orden o la energìa luminosa del Dios de puro amor y pura luz en este cordòn lumìnico de luz y amor.

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El aprendizaje emocional avanzado se encuentra conectado a la evolución del alma hacia la energía del amor.

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La humildad

como la medida del nivel de superioridad evolutiva para el Dios de puro amor

y

pura luz.

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Mi explicación acerca de la concepción de superioridad evolutiva es necesaria, con el fin de comprender, cómo nuestra especie, los animales, la naturaleza, las piedras, los elementales, mi naturaleza y la naturaleza de mi madre, les muestra, desde la experiencia de nuestra vida y la co-existencia junto a ustedes, que:

 

Sólo la humildad, la compasión, el amor, la fe, la paciencia, la esperanza y la bondad de corazón es lo que realmente nos convierte en seres superiores, elevados, ascendidos. Por ende, la asimilación de estas cualidades dignifica y eleva a la especie humana.

 

Tanto los animales, la naturaleza, así como mi madre y yo nos hemos asimilado a la especie neonata e inexperta, como lo es la especie humana, para convertirnos en sus pares, en sus iguales.

 

Por esa razón evitamos lastimar a otros seres humanos con la venganza o la crueldad como respuesta.

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El desarrollo de la humildad y la sencillez en el trato con las personas permite la expansión del nivel de consciencia en el amor, del territorio y la población que te asignen en el planeta Tierra.

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Por eso tanto mis animales, mi madre y yo hemos desarrollado el don de la paciencia, la compasión y la tolerancia.

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En principio porque sabemos que los seres humanos son pequeños bebés que necesitan aprender las lecciones de los superuniversos superiores para poder acceder al desarrollo de sus dones, a la elevación de la consciencia y a la elevación de su evolución como nueva especie.

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Por eso, cuando tomamos una decisión, nos demoramos en tomarla, porque sabemos las consecuencias del karma, las consecuencias de tomar decisiones desacertadas, las consecuencias de mezclar nuestras energías con la materia oscura por la vía negativa, por la vía de la maldad.

 

Cabe aclarar que la naturaleza que acompaña a los animales y a la naturaleza es la del amor compasivo e ilimitado, tal y como es la naturaleza que acompaña a mi madre y me acompaña a mí, como parte de mi propósito sobre este mundo, el cual es:

 

Mostrar que la presencia del Dios de puro amor y pura luz cohabita junto a ustedes, a través de los animales, la naturaleza, así como a través de la naturaleza de mi madre, de mis (20) veinte hijitos perrunos, de mis (3) tres hijitos perrunos secuestrados y violados sexualmente por un director de guardería, de mis (32) treinta hijos gatunos asesinados por familiares y falsos amigos, de mis (2) dos hijas gatunas que sobrevivieron a esa masacre y de mi vida.

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Cada uno de ellos ha sido víctima del asesinato, el sadismo, el maltrato y la crueldad que he vivido hasta este momento .

 

Todo esto, gracias al grupo de civiles en Colombia y USA, de organismos del Estado colombiano, y de un ex presidente de la república quienes se han ensañado contra mi vida a través de una gran campaña de difamación como política de terror.

 

Gracias a mis hijitos perrunos he logrado sanar mi alma y corazón de la crueldad que he vivido.

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Esta maldad que se ha perpetrado y se sigue perpetrando sobre la vida de los míos y sobre mi vida me pudo haber dejado tirada en el piso y sin la posibilidad de levantarme de nuevo.

 

Sin embargo, y a pesar de la crueldad desplegada en mi contra de manera injusta.

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Mi propósito es también mostrar que la compasión, la fe, la esperanza, la creatividad, y la paciencia; más allá de ser considerados dones, son seres de luz, seres superiores que provienen de los superuniversos luminosos que se hallan más allá de la (9ª) novena, (10ª) décima y (11ª) décimo primera dimensión o superuniversos.

 

Es desde estos espacios siderales de donde provienen los seres angelicales y el Dios de puro amor y pura luz, que son materia viva o energía luminosa.

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Son estos seres angélicos quienes me han acompañado, y gracias a ellos y a mis hijos perrunos y gatunos he logrado sobrevivir a toda la crueldad y la maldad ejercida en mi contra.

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Mi encarnación

como protectora de luz

en Colombia.

Yo he sido asignada a diversos lugares, territorios y culturas.

 

Mi trabajo emocional ha sido compartido de vida en vida en diversas geografías del planeta Tierra con especies de la (3ª) tercera, (4ª) cuarta, (5ª) quinta y (6a) sexta dimensión, que también conviven encarnados como seres humanos.

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En estos nuevos lugares y territorios que te encomiendan, necesitas entrenar tu alma y corazón, para luchar con todas tus fuerzas contra la  energía de la oscuridad.

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El propòsito siempre es lograr que prevalezca y se eleve la luz dentro de cada ser humano, a su alrededor, en su grupo familiar, en su población, su ciudad, su país, los países y el planeta.

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De ahí que nuestro gran trabajo evolutivo no sea otro que el de enseñarle a las especies más jóvenes, cómo vencer la oscuridad con la energía del amor, la energía de la luz, mientras se sigue siendo sólo amor, siendo sólo luz.

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Esto se realiza sin dejar de comprender cómo manejar la energía de la oscuridad (karma) que cada individuo trae consigo, a consecuencia de la contaminación álmica que tuvo la especie humana en el origen de su creación.

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Otros dones que me acompañan

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Mi clarividencia, junto a muchos de mis dones, viene conectada a la genética de mi especie desde el (8º) octavo superuniverso y desde mi estadía en la luna saturnina.

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Por éste motivo nadie puede arrebatarme o tomar para si mismo mis dones.

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Ya que mis talentos vienen conectados a la genética de mi especie.

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Somos los guardianes de la información del destino de las almas.

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Manejamos todos los códigos de la fortuna y el infortunio de la vida que puede o podría llegar a tener un ser, dependiendo de sus decisiones, en sus múltiples y diversas realidades.

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En ese sentido, somos los lectores del karma y el dharma de las personas.

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Por esta razón es fácil para mí leer el alma y la información de destino que traen los individuos, así como las plantas y animales con sólo mirarles o tocarles.

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Desde el origen primigenio de mi alma antigua, mi misión ha sido la de viajar por, y entre, los superuniversos inferiores, realizando trabajos misionales de apoyo social, investigativo, científico, diplomático, pedagógico y educativo para con las especies neonatas.

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El fin de esta misión interestelar no es otro que el de elevar las vibraciones de los habitantes de estos territorios hacia la fuente universal del amor, hacia la luz.