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KIA BO ROIZ

Presenta su libro autobiográfico,

llevado a podcast, streaming e impresos en 2024.

Kia,

la pequeña niña buda

y

su aleteo

de Colibrí azul: 

Aeternitas ad infinitum

(Hasta el infinito y la eternidad). 

Las (12) doce llaves de la prosperidad en medio de la adversidad.

​​

 

 

 

 

La autora colombiana Kia Bo Roi, de ascendencia catalán-alemana combina

la antropología de las emociones,

la investigación criminal,

el misticismo,

la astrofísica,

la defensa de la naturaleza,

la vida en otros planetas. 

y su propia vida.

Kia Bo Roi presenta un libro profundamente conmovedor de principio a fin. En éste texto, la autora fusiona de manera magistral el derecho, la ficción, el arte, la religión, la teoría de la transmigración y el misticismo a la vez. 

La autora comparte sus aprendizajes e investigaciones sobre patrones emocionales y su correlación con la economía y el karma. Desde su mirada escópica, la autora nos muestra una mirada autobiográfica que expone, cómo se potencia la hiperabundancia y la riqueza material de las personas, las comunidades y los Estados, en medio de múltiples adversidades.

APARTE I-I DEL LIBRO

Otoño I (Dioniso-El toro).

¡Convirtiéndome en el héroe

Perseo de sandalias aladas

He decidido dar inicio a este texto a partir de la lógica de la desesperanza, que es la que usualmente nos acompaña. Por ello se hace necesario comenzar por lo más sombrío y oscuro de mí vida. Aquí lo que estoy tratando de buscar es “el vacío, lo negro y lo desnudo”, para revelar ante el lector la nada que me habita de manera no homogénea.

Ese vacío de la nada que es tan concreto como los cuerpos sólidos y me recuerda cuán a menudo me encuentro aislada de mi misma, y de unos y otros a mí alrededor. Esa vacuidad que me hace sentir encriptada en lo infinitesimalmente minúsculo, fragmentario, dramático, grotesco, azaroso, picaresco y hasta denso y petrificado, que a veces suele ser el movido espectáculo de la vida, para permitir que aparezca progresivamente lo leve, la luz del día.

Me he convertido, sin darme cuenta y a lo largo de estos últimos treinta (30) años, en el mitológico, mágico y poderoso Perseo con sus sandalias aladas. He decidido transmutarme alquímicamente en la única heroína de mi historia y ser capaz de cortar la cabeza de mi propia Medusa.

Ese ser monstruoso que habita mí inconsciente, y que se transfigura en el rostro de una Greia. La efigie que no puedo observar directamente a sus ojos, sino sólo su reflejo en mi escudo espiritual de bronce. “Mi fuerza reside en el rechazo de su visión directa, pero no en un rechazo de la realidad del mundo de los monstruos en el que me ha tocado vivir”(1).

Aquella parte pesada de mí misma que asumo como mi carga personal, que al verle directamente me petrifica, y que sólo aparece en el silencio de mi propia “noche oscura”.

A veces por impaciente, suelo hablar por hablar, comprometerme cuando no he debido. A veces hablo por cobardía. De entrada, he aprendido con dolor que hay que callar. He aprendido a volver a entrar en mí. Pues esa noche oscura de la que hablo no existe en el afuera, sino sólo en mí y en mí propio interior, así como sólo en mí, existe también mí luz.

He necesitado comenzar con la noche, vacía y baldía, y permanecer allí durante un largo tiempo. Pues antes de la primera luz del día y la primera mañana, con el sol que se levanta por el oriente (2), he tenido que pasar por infinitas e implacables noches que declinan por el occidente. Antes de la primera palabra se hace necesaria la eternidad del silencio.

Si deseo ser una buena discípula de la técnica samurái (3) que he diseñado, y convertirme en la gran guerrera espiritual que quiero llegar a ser. He de comenzar con la soledad, y con ese vacío que representa la angustia de saber el simulacro, en ocasiones, el facsímil que soy. Sin mentiras y sin vanidad que ocultar.

Los laberintos de la vida que he recorrido en mi mente, y a lo largo de mi estancia física sobre este plano, al correr detrás de una constante corriente de pensamientos, charlatanería, diversión, banalidad y futilidad. Me ha hecho en ocasiones perder el norte, al no poder distinguir entre el cielo y el infierno, entre el ángel y el demonio, entre la luz y la sombra, entre la inconsciencia y la transconsciencia (4) que habitan en mí.

Lo anterior me ha distraído del propósito que tiene este viaje por el mundo de la ilusión y la desesperanza: aprender a mirar hacia adentro, lograr auto observarme en mi silencio, sin máscaras. Lograr ver la vacuidad que me sobrecoge a medida que avanza la angustia por mi cuerpo. Todo este sacrificio sólo para poder hacer nacer la semilla de la iluminación.

Para ello, he necesitado de mucho tiempo y un gran coraje interior que me permitiese intimar con la idea ineludible de mi propia muerte, mientras aprendía a pelear con mis propios demonios.

Como diría el samurái Miyamoto Musashi: debo convertirme en hilo en tanto mi maestro se vuelve aguja, en ese entrenamiento sin descanso y tregua, en ese adiestramiento riguroso que ha puesto mi gran maestro samurái sobre mis espaldas: el Dios de pura luz, que es la fuente universal del amor que habita en todos los seres sobre este planeta.

He de reconocer que antes de aplicar la vía de mi técnica en mis primeros clientes, tuve que testear mi trabajo en mí propia piel. Pues para aprender a desterrar las medusas y los monstruos, que habitan el inconsciente de otros seres humanos, inicialmente debía aprender a desterrarlos de mi propia existencia.

Sabía que esto no iba a ser tarea fácil. Y aun cuando la vía de mi técnica Trisaltatio no había madurado, y me originó grandes heridas, tenía claro que sólo apoyándome en lo más leve que existe para mí, que son las aguas de los ríos, mares y océanos de mis sentimientos, así como los vientos y las nubes de mi hiper racionalidad, mi alta creatividad y mi activa imaginación, podría dirigir mi mirada hacia lo que únicamente podía revelárseme en una visión indirecta, en una imagen cautiva en el espejo que suelen ser los otros.

El famoso monje tibetano Trungpa Rinpoche al hablar sobre la “Meditación en acción” comentaba en una de sus conferencias, en el año de 1969, que:

Los labradores poco hábiles tiran su basura y compran abono de otros labradores, pero aquellos que son hábiles continúan colectando su propia basura, a pesar del mal olor y el trabajo sucio, y cuando está lista para ser usada la esparcen por la tierra, y de esto crecen sus cosechas. Esta es la manera hábil.

Exactamente de la misma manera dice Buda (5), aquellos poco hábiles separan lo limpio de lo no limpio y tratan de tirar Samsâra (6) en búsqueda de nirvana (7), pero aquellos que son hábiles Bodhisatvas no desechan el deseo, las pasiones y demás, pero primero las juntan. Esto quiere decir que primero se debe reconocerlas y admitirlas, estudiarlas y llevarlas a cabo.

La preparación para la prosperidad en medio de la adversidad, comienza con el aprendizaje paulatino de mirar nuestra propia basura, reciclarla y no botarla. He de aceptar todas estas cosas negativas y obligarme a remover, a través de la vía de mi técnica Trisaltatio, ciertos escombros de la Müll (basura) o the same old shiet (la misma mierda de siempre) demasiado humana, como aparece en la signatura del artista norteamericano Jean Michel Basquiat “SAMO”, para comenzar de nuevo mi proceso de transmutación, renacimiento y liberación: desde cero (0).

Estas cosas terribles que he encontrado en mí misma. Las he estudiado, analizado, meditado, y aunque a algunos les pueda parecer sucio y antihigiénico, he aprendido a trabajar y a viajar con mi propia basura, mientras la autoobservo y analizo, sin abandonar la cabeza de mi Medusa, llevándola conmigo en mi zurrón mágico, pero sin mirarla directamente.

Esta es, al parecer, la única forma que he encontrado para comenzar mí iniciación como guerrera. Ahora que considero que el tiempo propicio ha llegado. He decidido esparcir y usar mi propio deshecho como abono en el campo que se ha convertido este libro.

Ya no deseo ni requiero guardarla más. Quiero permitir que ese abono que nació de mi suciedad, permita que nazca la semilla de mi propia realización, nazca mi luz.

Citas bibliográficas

(1) Calvino, Italo., (2001).Seis propuestas para el próximo milenio. 3ª ed. Siruela. Madrid. España. Levedad. P.21.

(2) Frase del filósofo francés André Comte Sponville.

(3) Palabra japonesa que significa “antiguo guerrero japonés”. Ésta proviene del japonés Saburou, que significa “proteger o servir”.

(4) La transconsciencia viene del prefijo latino trans, que adquiere la forma tras, y significa: “al otro lado o a través de”. De otra parte la palabra Consciencia viene del latín conscientῐa, que adquiere la forma conciencia, y que significa: “Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones. Es la capacidad que tienen los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento”. La transconsciencia entonces significa “la consciencia de ver, reconocerse a sí mismo y de juzgar sobre ese reconocimiento lo que está al otro lado o a través de”.  Real Academia Española., (2001). Diccionario de la lengua española. Tomo I y II. Vigésimo segunda edición. Espasa. Barcelona. España. P.628.

(5) Buddha, Siddharta Gautama Sakyamuni., Buda, el iluminado. En las escrituras budistas se acepta que el estado de Buda posee nueve características: digno, perfectamente iluminado, mantiene el conocimiento perfecto, glorioso, insuperable conocedor del mundo, insuperable líder de personas, maestro de dioses y gente, iluminado, bendecido o afortunado.

Historia: Hijo del príncipe Suddhodana. Cuando nació se profetizó su crucial destino. Según cuenta la tradición, su padre intentó apartarlo de la vida religiosa y le casó con su prima Yasodhara, naciendo un hijo llamado Rahula. Pero Siddharta se vio impulsado por el ascetismo y abandono su familia y bienes en búsqueda de la verdad. Se retiró a la selva para meditar dirigido por dos brahmanes. Tras soportar duras pruebas, alcanzó las llamadas Cuatro Verdades: la realidad del mundo es dolor; el origen del dolor es el deseo; la liberación del dolor se puede alcanzar mediante el nirvana o extinción del dolor; el camino para el nirvana es el dharma, la ley.

Tomado de http://www.scribd.com/doc/12378103/Glosario-Sanscrito Glosario Sánscrito. Eco Granja Homa Olmué. P.22.

(6) Samsâra es una palabra que proviene del sánscrito y significa el “hecho de recorrer una extensión, de pasar de un estado a otro”, flujo moviente de los fenómenos, ciclo de la transmigración. La “reencarnación”, a la cual los occidentales están hoy en día tan aficionados, no es más que un reflejo disminuido de esta doctrina. Designación general de la experiencia del mundo como algo cambiante, contingente e inestable. Es la existencia condicionada. El transcurrir de las existencias, el devenir universal, sin comienzo ni fin.  De este modo, el Samsâra chakra significa la rueda de la muerte y el renacimiento. Op. Cit. P. 84.

(7) Nirvana es una palabra que proviene del sánscrito y significa liberación, estado de paz. Op. Cit. P.63.

Boddhisattva es una palabra que proviene del sánscrito y significa un pretendiente a ser un día un Buddha. El boddhisatva sigue las enseñanzas de Buddha pero hace votos para no realizar el nirvana definitivo hasta que todos los seres sean liberados. Op. Cit. P.20.

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